Qué no daríamos por una hora más con quien ya no está, qué no daríamos por no sentirnos ni ser los culpables de su ausencia.

Huellas

Hay personas con las que el tiempo deja de existir o quizá sean las ganas de olvidarles y no poder lo que las convierte en inmortales.
Cuando quieres evitar llamar a cualquiera basta con borrar su número del móvil y solucionado pero cuando después de borrarlo recuerdas cada número y más importante aún, los recuerdas en el orden correcto, algo falla.
Si sigues recordándolo durante años entonces fallas tú. 
Las cosas pequeñitas, las más simples y cotidianas, cuando se hacen con alguien especial se transforman en extraordinarias y necesarias, cuando se vive pocas veces nos acordamos sin distorsiones de como pasó pero siempre, siempre, lo vivido deja huella.
 No es bueno idealizar a las personas pero es tan inevitable como natural hacerlo.
 Muchos de los recuerdos que tengo son recopilados de boca de otros, de los mios al menos la mitad han sido retocados por la imaginación y la mala memoria, entre ellos estas tú y junto a ti tu número de teléfono.

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