Qué no daríamos por una hora más con quien ya no está, qué no daríamos por no sentirnos ni ser los culpables de su ausencia.

Go on

Cambiamos cada día, cada segundo, cambiamos tanto que me da vértigo, no sólo por mi, también por lo que hay ahí fuera.
Tengo miedo a muchas cosas, demasiadas, me gusta tener todo controlado como si así pudiese evitar que algo se me escape de las manos, ingenua y cobarde en la misma medida pero no puedo evitarlo y me gustaría no ser así, al menos no serlo siempre porque aunque esquivo descalabros también impido que me sorprendan y sorprenderme.
 En este momento me gustaría estar muy lejos de aquí, a miles de km y al menos un océano, empezar de cero, conocer sitios y gente que jamás hubiese imaginado ni siquiera que pudiesen existir, probar cosas diferentes, no saber que pasará mañana, olvidar lo que ya no me interesa, aprender otro idioma y todo cuanto pueda, descubrir que hay al otro lado de mi.
 Días tontos como hoy tengo muchos, procuro no hacerme caso porque sé que si espero todos terminan igual pero hoy, hoy es diferente, puede que hoy sea el día que mis no planes no estén tan mal y dentro de no mucho tiempo escriba desde un lugar muy muy lejano o directamente se me olvide escribir y esto sea sólo un eco de lo que fui.

Me apetece intentarlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario