Qué no daríamos por una hora más con quien ya no está, qué no daríamos por no sentirnos ni ser los culpables de su ausencia.

Basta.

Me armo de silencio para no decir nada.

Estoy exhausta, dolorida, vacía, no me quedan fuerzas ni ganas.

Por fin mi dignidad ha dicho basta.

C'est fini.

Bon voyage.

No hay comentarios:

Publicar un comentario