Desde el principio y sin cuestionarlo se dio por hecho que la Tierra era plana, hay varias teorías sobre quien fue el primero en llevar la contraria, lo importante es que ese alguien demostró a todos que se equivocaban.
Los mejores descubrimientos son los cotidianos, los que van más allá de los números y las letras, ninguno es fruto de la coincidencia y tampoco hace falta ser físico, matemático o astrónomo para demostrarlo científicamente, no es necesario comprender todo lo que nos rodea porque es precisamente lo incomprensible e inexplicable lo que nos permite seguir creyendo.
Siempre he oído que no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes, pues bien, perdiendo personas he aprendido que valorandolas antes de su ausencia no alargas su estancia, sólo consigues hacérsela más confortable, quererlos durante más tiempo y es justo eso lo que compensa minimamente el dolor insoportable de su marcha.
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