Lo que a plena luz del día pierde interés puede encontrarlo en la oscuridad pues hay cosas que sólo se ven con los ojos cerrados y lenguajes primitivos tan extensos que no tienen cabida en ninguno ni en todos los diccionarios hasta hoy escritos.
A oscuras los ojos no te desmienten, las manos tropiezan, la piel responde, desaparecen las diferencias, los prejuicios y las prisas, sin luz las sonrisas se escuchan, la teletrasportación es gratuita, se aprecian los sabores, la voz recupera sus matices, las distancia que separa dos puntos es o indeterminada o inexistente.
A oscuras perdemos de vista los peligros convirtiendo en posible lo impensable a encendidas.
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