Qué no daríamos por una hora más con quien ya no está, qué no daríamos por no sentirnos ni ser los culpables de su ausencia.

Acoso

Cuando te miro mientras duermes no puedo esconder mi sonrisa,
no me atrevo a moverme por miedo a que te des cuenta y despiertes asique me entretengo haciendo negocios sucios y me asocio con el silencio porque sé que si tengo paciencia puedo perderme entre el compás de tus latidos.

1 comentario: