
Ni siquiera eres capaz de mirarme a la cara, juegas conmigo, te ríes y me apartas la mirada, no das respuesta ni cedes bajo ninguna circunstancia y pretendes que yo te quiera, que te valore hasta cuando no te encuentro explicación, me robas y pretendes que no te tema, me ahogas y aun así me buscas.
Te odio porque después y pese a todo te necesito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario