Qué no daríamos por una hora más con quien ya no está, qué no daríamos por no sentirnos ni ser los culpables de su ausencia.

C`est la vie!


Ni siquiera eres capaz de mirarme a la cara, juegas conmigo, te ríes y me apartas la mirada, no das respuesta ni cedes bajo ninguna circunstancia y pretendes que yo te quiera, que te valore hasta cuando no te encuentro explicación, me robas y pretendes que no te tema, me ahogas y aun así me buscas.
Te odio porque después y pese a todo te necesito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario