Qué no daríamos por una hora más con quien ya no está, qué no daríamos por no sentirnos ni ser los culpables de su ausencia.

Ése día

El día que me vuelva loca...

Cerraré los ojos y no veré el fascinante color de los tuyos.
No volveré a soñar con tu piel y su olor ni con tus labios y las recreaciones de sus besos en los mios.
Ése día dejaré de desear que las yemas de mis dedos jueguen con tus lunares dibujando caricias.
Ya no querré que tus sábanas y las mías sean las mismas ni arroparte bajo la luna o que a cada buenas noches le acompañe su buenos días.
Algún día renegaré del deseo de calentar tu cuerpo con el mío y no seré yo quien quiera protejerte en las tormentas.
Entenderé que aquello que sentimos al entrelazar nuestras manos fueron nervios, sólo eso.
Me dará igual el motivo de tu tristeza y quién sea el motivo de tu alegría.
Dejaré de buscarte entre multitudes desconocidas de ciudades equidistantes.
Mis sentidos dejarán de sufrir alucinaciones para consolarme y mis sueños volverán a pertenecerme.
Llegado el día no tendré tiempo de idolatrarte, tampoco a tus virtudes por mucho que se vistan de fulanas, ése día no.
Ése día desaparecerá todo lo que me obliga a recordarte y me quedaré sóla, sin nada, sin nadie.

El día que me vuelva loca...conseguiré olvidarte.

2 comentarios:

  1. Espero que nunca tengas que volverte así de loca.
    Me encanta leerte.


    Sabes de sobra quien soy :)

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