Qué no daríamos por una hora más con quien ya no está, qué no daríamos por no sentirnos ni ser los culpables de su ausencia.

Tiza

 Coge una tiza, no importa el color, escribe en una pizarra lo que quieras, importante o no, bonito, gracioso, triste, algo que te haya pasado, tus sueños, sentimientos, una conversación que hayas tenido o que nunca te atreverás a tener, tus miedos, arrepentimientos, locuras, nombres propios, lugares o un dibujo, ocúpala entera.

 Cuando hayas terminado bórrarla, hazlo sin pena, respira el polvo que sobrevuela el aire, tómate tu tiempo y admira el aparente vacío, independientemente de la perspectiva lo superficial lo estas inhalando. 

 Lo escrito con fuerza, los trazos más profundos permanecen a pesar del borrador y del tiempo, esos garabatos explican de qué estamos hechos, cómo fuimos y quien somos.
  
 Cuando alguien o algo que era importante deja de serlo pierde el honor de tener un hueco en tu pizarra, en ese caso pasa un paño húmedo y reescribe aun con más fuerza, siempre sabrás lo que una vez hubo debajo pero cuando eches la vista atrás verás lo que que tú quieras ver, serás quien tú quieras ser.

No hay comentarios:

Publicar un comentario