Qué no daríamos por una hora más con quien ya no está, qué no daríamos por no sentirnos ni ser los culpables de su ausencia.

Todos los día reservo unos minutos para tus ojos,
no para imaginarlos,
ni siquiera para decidir cual de sus muchos colores predomina más,
cada día durante unos minutos deseo ser todo lo que ellos pueden ver
llámame estúpida pero es la unica manera que tengo de poder estar en ellos
todos los días unos minutos.

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