Qué no daríamos por una hora más con quien ya no está, qué no daríamos por no sentirnos ni ser los culpables de su ausencia.

Hay mujeres en tu boca, cada letra habla de ellas y yo pretendo ignorar de cada una hasta lo más superficial, desconozco tantas cosas que dudo si alguna vez llegué a conocerlas y empiezo pensar que el olvido no es algo tan descabellado.

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